jueves, 6 de diciembre de 2012

Los cinco accidentes aéreos más estúpidos de la historia.

Cambiaré un poco el ritmo de mi blog para hablarles de un poco de curiosidades. En este caso sobre los accidentes aéreos. Como quizá muchos sepan, el avión es uno de los medios más seguros para viajar. Esto se lo debemos a que las normas aeronáuticas son muy estrictas y sujetas a constante mejora. Se trata de un mundo altamente dinámico que lucha continuamente por conformarse a las mejoras más recientes de seguridad. Cuando se llega a producir un accidente aéreo, este es seguido inmediatamente por una serie de nuevas normas y regulaciones para asegurarse de que nada del estilo vuelva a ocurrir.

Sin embargo, es muy difícil poner alguna regulación a la estupidez humana y muchas veces es esta y no problemas técnicos la que juega un papel preponderante en los accidentes aéreos. Aquí les presento los 5 accidentes aéreos que no fueron ocasionados por una dificultad técnica, sino por la estupidez de una perosna.

5. Vuelo 143 de Air Canada.

Este debería ser la respuesta que un maestro de física dé cuando uno de sus estudantes pregunte: ¿De qué me va a servir saber conventir unidades en la vida real? Este accidente también es un flagrante testimonio de que vivimos en un mundo donde las principales potencias usan un sistema de medición impractico y que no comparten con el resto del mundo: el sistema de medición imperial.
El vuelo 143 de Air Canada, un avión Boeing 767 despegó del aeropuerto con un problema severo: los indicadores de combustible no funcionaban. Quizá esto para un conductor de automóvil pueda ser grave. Sin embargo, los pilotos están entrenados para calcular el combustible que consumirán en un vuelo, de tal manera que si se carga el combustible suficiente, más la reserva que es requerida por reglamentación, el vuelo podrá llegar a su destino provisto que no sufra contratiempos muy grandes.

Sin embargo, el problema más severo no ocurría dentro de la aeronave. Sino con la tripulación. Estando en un proceso de transición para comenzar a usar el sistema métrico decimal. El capitán tenía que hacer una conversión entre libras y litros para indicar que cargaran la cantidad correcta de combustible. Sin embargo, al no usar el factor de conversión correcto, calcularon una cantidad errónea de combustible. Lo curioso es que hicieron dos veces la conversión, llegando en las dos ocasiones a la cantidad errónea de combustible. Prueba de que dos errores no necesariamente suman un acierto. El avión despegó del aeropuerto con 22,000 libras de combustible, en lugar de 22,000 kilogramos de combustible. Quien tenga una idea aproximada de la relación entre la unidades sabrá que el avión despegó con algo menos de la mitad de combustible necesario para llegar a su destino. 

Afortunadamente para los pasajeros y la tirpulación, el avión logró aterrizar a salvo en una base aérea abandonada. Los pilotos planearon el avión que naturalmente perdió los motores a causa del problema y lo llevaron a salvo a la pista de aterrizaje.


http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/2/24/Gimli_glider.JPG 
 "A su izquierda, a 2,784 metros encontrarán las salidas de emergencia"
-Capitán del vuelo 143 dando indicaciones para la evacuación.

4. Vuelo 522 de Helios Airways

Si bien, este llegó al número cuatro en nuestra lista de accidentes aéreos más estúpidos. Sin duda sería el primer lugar en accidentes aéreos más macabros y misteriosos. Sin embargo, las estúpidas circunstancias que llevaron este vuelo a su fatar desenlace arruinan lo que de otro modo seria, un estupendo gancho para una historia de terror.
¿Qué hizo que este accidente fuera tan macabro? La situación fue esta: Después de un despegue normal, los pilotos del vuelo 522 se comunicaron con tierra para reportar un problema de configuración de despegue, lo cual era extraño, puesto que esa alarma sólo se activa cuando el avión está en tierra. Pasaron varios minutos intentado corregir la situación antes de que se perdiera comunicación con el avión. Más tarde, el avión continúa volando por su ruta planeada hasta llegar al aeropuerto. Todo el tiempo sin intentar comuncarse con el control de tránsito aéreo. En su destino, el avión no desciende y en lugar de eso comienza a volar en círculos sobre el aeropuerto. Un caza de la fuerza aérea es despachado para investigar y el piloto se encuentra con una escena bastante extraña. En la cabina de pasajeros, todos los que viajaban al bordo del avión se encontraban desplomados en sus asientos, aparentemente inconscientes. Las máscaras de oxígeno se encontraban desplegadas. El asiento del piloto estaba vacío y el primer oficial también estaba desplomado sobre su asiento. Una persona apareció desde la parte trasera del avión y se abrió paso hasta la cabina de mando, hace una seña al piloto del caza. Segundos después el avión sale de su camino y se estrella en las montañas.

¿Cuál es la historia estúpida detrás de esto? Para quienes no lo sepan. A grandes alturas, el aire se vuelve muy poco denso y la atmósfera incluso puede ser tan ligera que una persona podría asfixiarse en ese entorno. Los aviones modernos, usan sistemas de presurización de cabina para que las personas en su interior puedan respirar sin problemas. Básicamente el avión se convierte en un tanque presurizado donde la atmósfera puede ser respirada sin problemas. El problema con el vuelo 522 de Helios es que el sistema de presurización automático fue apagado para realizar pruebas de mantenimiento y nunca fue vuelto a encender.

Y cuando digo nunca me refiero a eso: NUNCA. Después de tres inspecciones pre-vuelo. Una señal de alarma (Que los pilotos interpretaron incorrectamente) el despliegue automático de las máscaras de oxígeno en la cabina de pasajeros, más señales de alarma y finalmente que el ingeniero de tierra les dijera eso explícitamente, el sistema de presurización automática nunca fue encendido. El avión siguió volando pese a que no había forma de mantener una atmósfera respirable en su interior hasta que todas las personas a bordo perdieron la conciencia y el avión siguió con el piloto automático hasta que se le terminó el combustible y se estrelló.

Durante todo ese tiempo, los sistemas del avión daban señales de alarma que deberían haber servido para atraer la atención de los pilotos al problema. Todo dentro del avión funcionó como debería e incluso las mascarillas de oxígeno fueron desplegadas. Aunque no fueron de ninguna ayuda, ya que fue tanto el tiempo que duró el problema que el oxígeno de las máscaras se agotó. Mientras, los pilotos tenían a sus pies sus propias máscaras las cuales nunca utilizaron. Añadiendo algo de hipoxia a un cerebro que ya de por sí tomaba malas decisiones.

La solución al problema del vuelo 522 no era complicada. Bastaba con activar nuevamente el sistema automático de presurización o descender a donde la atmósfera fuera más fácil de respirar. Y pese a todas las cosas que pasaron, los pilotos decidieron pasar 20 minutos ignorando todas las señales, enfocándose en un problema que no existía hasta que se asfixiaron dentro de su propio avión.

 Por unos minutos los pilotos de los aviones caza pensaron que era el inicio del apocalipsis zombie.

3. Vuelo 296 de Air France

Nada como un poco de humillación pública para aderezar lo que fue un accidente bastante estúpido. Lo que básicamente era un intento para demostrar los novedosos sistemas de una aeronave terminó siendo una catástrofe. Un avión Airbus A320 despegó de un aeropuerto llevando a varios de los ingenieros que lo diseñaron, empleados de la aerolínea y personal de prensa a un vuelo hacia Mont Blanc. Peeeeeeero, antes de que siquiera comenzar con el viaje de verdad, el avión haría una pequeña escala en un espectáculo aéreo para demostrar una maniobra de vuelo rasante para demostrar la forma en que el primer avión controlado por computadora se comportaba.

Desde el primer momento hubo problemas. ¿Por qué? Los pilotos no conocían el aeródromo donde harían la maniobra y no sabían bien donde encontrarlo. De modo que cuando lo encontraron al fin, tuvieron que apresurar todos los preparativos para la maniobra. Contra todos los procedimientos conocidos, el piloto decide hacer la maniobra a una altura mucho más baja de la recomendada y para terminar de arruinar todo. Calculó mal e hizo el vuelo rasante aún más bajo de lo que él creía que lo hacía. Podría hablarles de los resultados, pero afortunadamente alguien tenía una cámara en ese espectáculo aéreo:


2. Vuelo 593 de Aeroflot International Airlines

Existen profesiones donde no deberían dejar que los empleados lleven a sus hijos al trabajo. Algunas son obvias como la policía y los cirujanos. Pero aparentemente al piloto de este avión no le resultaba claro por qué no debía poner a sus hijos pequeños a los controles de una aeronave.

Al principio todo parecía un juego. "¡Mira a mis hijos! ¡Volando un avión como su papá!". Y pensando que todo estaría bien mientras el piloto automático estuviera activado. El problema es que uno no puede confiarse de un sistema que no fue diseñado para usarse como seguro a prueba de niños y eventualmente el muchacho desconectó el piloto automático, sumiendo el avión en un pronunciado viraje. Tan pronunciado que los demás tripulantes fueron empujados contra sus asientos con tal fuerza que nunca fueron capaces de recuperar el control del avión que terminó cayendo al mar.

 
Mira papá, ¡Sin sobrevivientes!

1. Vuelo 401 de Eastern Airlines.

Este accidente aéreo fue tan estúpido que puede contarse en forma de chiste: ¿Cuántos pilotos aviadores necesitas para cambiar un foco?  Tres y tendrán un accidente.

Cuando el avión se aproximaba al aeropuerto para aterrizar, el capitán notó que había un problema. La luz del tren de aterrizaje de la nariz no estaba encendida. La explicación de lo que implica esto es sencilla: Los aviones tienen dos luces por cada tren de aterrizaje retráctil. Una roja y una verde. Una roja indica que ese tren de aterrizaje está moviéndose; la luz verde indica que el tren está extendido y asegurado; y las luces apagadas indican que el tren se encuentra retraido.

La luz apagada indicaba un posible problema con el tren de aterrizaje de nariz. El piloto intentó extender y plegarlo varias veces para ver si hacia que se encendieran las tres luces. Pero no lo logró. Para hacer pruebas, encendieron todas las luces de alerta de la cabina. La luz del tren de la nariz seguía apagada. Lo que podía indicar algo tan mundano como que el foco se encontraba fundido. La tripulación canceló su intentp de aterrizar y se apartaron del aeropuerto para realizar las pruebas necesarias. Ahí es donde la estupidez de verdad comienza. Pese al hecho de que la única persona que podía alcanzar la luz del tren de aterrizaje era el primer oficial, las tres personas que se encontraban ahí enfocaron su atención exclusivamente en el problema de la luz. ¿Y quién volaba el avión? Nadie.

En el proceso de tratar de ver cuál era el problema con la luz del tren de aterrizaje. Se olvidaron que iban en un aparato volador que requería un cierto grado de atención. En algún momento, de forma inadvertida un miembro de la tripulación apagó el control de altitud y el avión comenzó a descender lentamente. Sólo unos segundos antes de que este cayera sobre un pantano fue cuando el capitán recordó la razón por la que estaba en el avión en primer lugar. Pero fue demasiado tarde para hacer algo al respecto.

 
 El accidente del vuelo 401 inspiró un libro de terror. Por alguna razón, a diferencia de los chistes, eso no le pareció "de mal gusto" a la gente.